El eje principal de esta unidad se centra en la familia de los instrumentos de percusión y las posibilidades rítmicas que ofrecen. Cabe destacar el cuerpo humano como instrumento más cercano y eficaz para vivir la experiencia de hacer música.
La música puede surgir en cualquier parte y con cualquier objeto; especialmente con aquellos que emiten sonidos al ser golpeados, entrechocados, frotados o agitados.
La gran variedad de este tipo de instrumentos, sus distintas formas de tocarlos o los materiales con los que están fabricados nos obligan a establecer una clasificación en dos grandes grupos, los idiofonos y los membranofonos, que, a su vez se pueden dividir en subgrupos en función de si son capaces de emitir notas afinadas o no.
Tal y como indica el título de la unidad, el ritmo, en cierta medida, constituye la base de nuestro lenguaje y es una vía de comunicación. Diversas culturas se comunican a través del ritmo y, como no, de la música, como entre algunos pueblos de África. En pueblos del norte de España utilizaban la txalaparta (instrumento tradicional de percusión) para anunciar que había una fiesta y que la gente de los alrededores se animara y acudiera al lugar.
- Leer el artículo de la página 32, comentarlo y proponer otras vías de comunicación distintas a la planteada por la agente Calderón.
- Realizar las siguientes preguntas:
. ¿Por qué crees que es tan necesario para el ser humano comunicarse?
. ¿Qué piensas que pasaría si los dos pueblos de la sierra no encontraran ninguna vía de comunicación?
Así como el resto de las artes, la música es una poderosa vía de comunicación no verbal, específicamente del ritmo, para transmitir un mensaje de acontecimientos, sensaciones, emociones, etc.
- Crear un mensaje musical siguiendo estos pasos y en grupos de 4 o 5 integrantes:
. Decidir la celebración a anunciar (fiestas del pueblo, desfile de carnaval, etc.).
. Crear el mensaje musical con un ritmo inventado.
. Interpretar el mensaje musical de cada grupo.
Es frecuente la utilización de una rosa como símbolo de diversos sentimientos. Las canciones infantiles, como la de la página 34 “Rosa amarilla”, de Heitor Villalobos, que es una de sus adaptaciones de la música folclórica de Brasil contienen una apreciable carga lírica.
- Leer el texto, primero en portugués y, después, en español. Ambas lenguas tienen un gran parecido, ya que proceden del latín, que dio lugar a las llamadas lenguas romances.
- Escuchar el audio y aprender la melodía tras una primera audición.
- Dividir la clase en dos grupos para cantar de forma antifonal. Un grupo canta la primera parte de cada verso y el otro contesta “rosa” y “o-ia-ia“
- Investiga y escribe qué solista o grupo ha interpretado las siguientes canciones:
. La Rosa de los vientos
. Una Rosa es una Rosa
. Rosas
- Crear una sencilla coreografía con pasos y movimientos sobre la versión instrumental con acompañamiento de percusión.
- Buscar en la Red información sobre el compositor Heitor Villalobos y que otras profesiones musicales tuvo.